Toc Toc

La psicología llegó a mi vida de forma repentina. Desde pequeño odiaba cada vez que me querían llevar a un psicólogo, bien fuera para terapia familiar o individual. Inconscientemente me daba miedo que otra persona pudiese romper mi hermetismo cognitivo, y de una manera u otra saber mis pensamientos, que para esa época yo consideraba raros -en vez de irracionales, como los veo hoy en día-. En general, mi infancia fue normal, pero al llegar a la adolescencia temía aun más el acercamiento de personas a mi alrededor y que me catalogaran como algo extraño, lo que me hacía sentir triste y ansioso. En el colegio fui el estudiante con mejores calificaciones. Cuando terminé esta etapa de mi vida, me encontraba en un lugar desconocido, ya que se habían acabado mis rutinas de ir a clases, ver a los mismos compañeros, y en general el pensamiento de saber que iba a ir a la universidad me llenaba de mucha ansiedad, ya que yo estaba cerrado completamente en mi mundo, y aun más con personas desconocidas. Intenté estudiar ingeniería química, pero no me gustó, después farmacia, la cual me gustó, pero no me veía comprometido con esta carrera. Pasaron los meses y entonces surgió la posibilidad de estudiar medicina en la Universidad Central de Venezuela. Me parecía un reto muy grande, pero que se amoldaba a mi estilo de vida ermitaño e individualista, ya que me permitía sumergirme en los libros y no interactuar casi con que nadie. Para 2006, debido a la crisis política, social y económica por la que atravesaba Venezuela, mi familia tomó la decisión de mudarnos a Costa Rica. Una vez aquí, no tenía fuerzas para hacer todo el proceso de convalidaciones. Para esa época mis niveles de ansiedad, obsesiones y compulsiones estaban por los cielos, argumentos suficientes para motivarme a estudiar psicología y darme una explicación a muchos de mis comportamientos distintos desde que tenía memoria hasta el presente. Me enamoré de la carrera, acudí con profesionales como psicólogos y psiquiatras para que me ayudaran a manejar mi ansiedad, y también por primera vez me dieron el diagnóstico oficial de TOC. El abrirme poco a poco y sin miedo a decir que yo era TOC me ayudó a poder continuar con mi carrera y sacar la licenciatura y maestría en psicología clínica, ambas con premios y reconocimientos de Magna Cum Laude y Summa Cum Laude como el mejor estudiante de toda la universidad. Ya al fin había encontrado mi rumbo, y he tenido la dicha de vivir experiencias de aprendizaje magnificas. Me he especializado en la parte de adicciones, TOC y en general trastornos ansiosos y depresivos. Espero que con este libro ustedes puedan encontrar soluciones o dar el primer paso con el fin de manejar cualquier situación a nivel cognitivo que les esté robando la paz, y lo más importante, esté afectando con su rutina de diario vivir.